TRABAJOS SOBRE EL LAZARILLO
-Preguntas sobre los tratados I y III
María P. y Anna
Miguel
– Redacciones «Lazarillo en el siglo XXI»
Noelia:
Nueva York es una ciudad llena de luz y vida. No existen las lágrimas o la soledad cuando te ves rodeado de tanta gente, tan feliz, visitando los monumentos de la ciudad. Pero toda luz tiene su sombra…
En las oscuras calles de la misma ciudad colorida, un niño desnutrido caminaba sin rumbo en busca de cobijo para pasar la noche. Ya era duro de por si no tener nada que llevarse a la boca pero las noches gelidas a la intemperie desgastaban peligrosamente la corta y triste vida del niño. Encontró unos cartones mojados en un cubo de basura, y pensó que eso le serviría de manta, pero entonces un vagabundo le sorprendió y le quitó los cartones. El niño se echó a llorar.
– ¿Tienes hambre, pequeño? – preguntó el hombre mugriento.
El niño se secó las lágrimas con sus manos ennegrecidas por la suciedad y asintió con la cabeza. Durante los próximos días, el niño ayudó al vagabundo a buscar comida entre los cubos de basura de los supermercados, donde tiraban comida casi en buen estado. El hombre enseñó al niño a sobrevivir, aunque le daba una pequeña porción de alimento.
El niño seguía con hambre, bajo las ordenes del vagabundo, buscando un techo donde dormir mientras la ciudad de Nueva York seguía creciendo e iluminandose cada noche sin alumbrar las vidas abandonadas en la calle.
Júlia
literatura castellana ETPClot 
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